- Año: 2012
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Fotografías:Federico Kulekdjian
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Trabajar en casa como respuesta a un deseo, una necesidad, por comodidad o por gusto. En un mismo espacio de 54 m2, generamos un home office que permita abarcar el dinamismo de la vida de un diseñador, contemplando todos los momentos que necesite: trabajo en equipo, individual, descanso, guardado, salidas, reuniones.
No es necesario salir de casa para crear un límite entre el trabajo y la vida.
Un espacio central, simétrico, con una gran mesa de reunión, auspicia el trabajo en equipo. Idas y vueltas, bocetos, trabajo... Mucho trabajo, custodiado por el rayo directo del sol, a través de las ventanas de techo. La ciudad se ausenta (un poco). Afuera hay mas (verde, pasto, pájaros), que invitan a crear… “sonidos etéreos, instrumentaciones nítidas, texturas musicales despojadas. La música es relajada, tranquila, y al mezclarse con los sonidos de la naturaleza que llegan a través de la ventana, transmiten quietud, paz. La mejor combinación para acompañarnos desde lo sonoro en momentos de trabajo. Como si fueran el mejor soundtrack de la creatividad y la concentración”. (S.R.Z.)
Por delante, la plataforma contiene el área de descanso. Una alfombra con una historia genera el espacio de ocio, de relajo. Se puede descansar, pensar, cortar. Se estimula el cuerpo, se relaja y después se sigue.
Atrás del panel de madera maciza, un espacio privado, un sector para uno solo. Mínimo y retraído, hace gala de cuna de lo que adelante se cocina.
Todo el espacio se recorre, se camina. Los muros como soporte, como área de guardado, de verde, de arte.
Un espacio anterior, de proporciones equivocadas, muy pequeño y muy alto, hace de fuelle con la calle. Invita a mirar, a salir y a volver.